Desde hace un tiempo, cada
vez que se aproxima el momento de las matriculaciones en los centros
educativos, y muy concretamente en elecciones, la libertad de enseñanza y
especialmente la clase de religión se cuestiona o se utiliza como arma
arrojadiza de unos contra otros. Para ver como se encuentra esta realizad en la
diócesis y provincia de Albacete hablamos hoy con el delegado diocesano de
Enseñanza, Ramón Sánchez Calero.
¿Cuál es el fundamento
jurídico de la libertad de enseñanza y de la clase de religión como tal?
Ramón Sánchez. Esta cuestión
está planteada en nuestro ordenamiento jurídico como una cuestión de derechos
y deberes fundamentales.
En el Art. 27 de la
Constitución apartado c. indica: “Los poderes públicos garantizan el derecho
que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y
moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.
En el mismo artículo apartado
f. “Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de
centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales.” Después vendrán los acuerdos
con la Santa Sede con distintas confesiones religiosas. Son 184 los Estados que
poseen acuerdos con la Santa Sede.
El planteamiento general es,
más o menos, como todos los países de nuestro entorno social y democrático. En
todos conviven pacíficamente, sin sobresalto, la escuela pública y la
concertada; en casi todos está incluida la clase de religión confesional: bien
sea evangélica, católica o anglicana. El cambio de partido en los gobiernos no
afecta a estas cuestiones fundamentales. Eso da seguridad a los planes
educativos, a los centros escolares y engendra confianza en los profesores de
religión. Este ambiente, lamentablemente, no es el que se crea en España
cada vez que hay elecciones, y eso hace que los sistemas se resientan y la
sociedad perdamos.
Por lo tanto cambiar este
derecho fundamental traería una alteración importante en el sistema de
derechos, que muchos ciudadanos no lo permitirían.
En concreto, ¿Qué aporta la
clase de religión al niño y al adolescente?
R.S. • Enseña a leer y ver la
vida y los acontecimientos más allá de datos o formulas. Enseña a descubrir
principios de interpretación de lo cotidiano. Jesús con las parábolas sacadas
de lo cotidiano invitaba a vivir de otra forma.
• La clase de religión
ensancha el horizonte más allá de la racionalidad pura, abarcando otros
espacios integrales de la persona: capacidad de asombro y admiración, el
mundo de las emociones, la elaboración de relatos de sentido, etc.
• La clase de religión y el
cristianismo enseña a convivir más allá de la mera tolerancia. Ésta es una
forma de convivencia elemental. La mera tolerancia, tolera, pero no integra ni
valora. Convivir con el prójimo significa conocer sus diferencias, aceptarlas
e integrarlas en la concordancia, que nos permite convivir y estar juntos
elaborando proyectos.
• La clase de religión pretende
hacer buenos ciudadanos del mundo: Justos, responsables, solidarios, con
esperanza y muy respetuosos con la casa común.
Todo esto es mucho.
Muchísimo. Una vez que los padres lo descubren no me cabe duda que seguirán
pidiendo la clase de religión para sus hijos.
¿Cómo es la salud de la clase
de religión en la provincia de Albacete?
R.S. Goza de una
extraordinaria salud. Del total de 51.989 alumnos, en la provincia, en la
enseñanza obligatoria: infantil, primaria y secundaria, 41.796 alumnos solicitan
sus padres la clase de religión católica, es decir, de cada diez alumnos ocho
asisten a la clase de religión. Los datos parciales serian: 84% en infantil,
86% en primaria y 70% en secundaria.
Del mismo modo que de los
51.989 alumnos, 9 624 alumnos se inscriben en la escuela concertada, es decir
el 18,5%. Todas las plazas cubiertas. Si hubiere más plazas más se
matricularían.
Háblenos del profesorado de
religión
R.S. Es un gran profesorado,
que, en muchas ocasiones hostiles a lo religioso, con su entrega y dedicación
a los centros, han hecho que se termine por valorar la clase de religión y el
hecho religioso en sí. Están integrados en los centros y son los primeros
colaboradores en los mismos.
Desde nuestro secretariado en
colaboración con la Consejería, ofrecemos unos planes de formación permanente,
espaciada durante el curso y secuenciada en distintos ámbitos y lugares y
reconocida y puntuada por la Consejería de cara a su promoción personal. Estos
planes de formación procuran dotar a los profesores de unas herramientas
básicas, y permanentemente actualizadas, para que no se limiten a repetir
mecánicamente conocimientos religiosos, sino que sepan ofrecer al niño y
adolescente un proyecto de vida ilusionante, y para ello es necesario tener
profesores formados e ilusionados.
En infantil y primaria
tenemos 120 profesores, de los cuales el 45% disfruta de jornada completa y más
del 45% posee más de media jornada, siendo únicamente un 9% los que disponen
de menos de media jornada.
En secundaria tenemos 52
profesores de religión de los que el 69% dispone de jornada completa y el 19%
de más de media jornada, siendo algo más del 11% los que disponen de menos de
media jornada.
Quiero destacar las buenas
relaciones de colaboración y de trabajo con la administración regional tanto
el gabinete actual como con el anterior.
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